¡Hola! En esta publicación vamos a hablar sobre la historia de un color que da identidad a todo un país…

LA HISTORIA DEL ROSA MEXICANO

Sin duda alguna, México es un país caracterizado por ser policromático. Un país que, tanto en su historia como en su vida cotidiana, logra identificarse con abundantes colores, sin embargo, el color predilecto que une a los, las y les mexicanos es el rosa mexicano.

Para conocer la historia del rosa mexicano, se necesitan recordar las tradiciones y herramientas de los pueblos originarios. El color se encontraba en la vestimenta, en murales, en objetos ritualísticos y decorativos, se obtenía a través de pigmentos naturales. Uno de estos es la grana cochinilla, insecto parasitario del nopal; los aztecas le dieron el nombre de nocheztli (“sangre de tuna”). Cuando el insecto se secaba, se procedía a triturarlo para ser utilizado como colorante natural. El color que se conseguía era un rojo carmesí que al combinarse con ácidos se producían diferentes tonalidades de rojo; y cuando se combinaba con alcalinos se daban morados. El rojo obtenido de la grana cochinilla, junto con sus variedades cromáticas, dio origen a una tradición textil en la que la paleta de colores es esta misma. Los tonos fueron codiciados tanto por los pueblos autóctonos como por los españoles de la Conquista.

También, no se puede separar de la historia de este color a Ramón Valdiosera; fue un artista, historietista, escritor, cineasta y diseñador de moda. Nacido en Ozuluama, Veracruz, en el año 1918. Contó con una formación artística que expresó durante toda su vida. Como parte de su trabajo realizó viajes en los que investigó la indumentaria y arte textil de los pueblos autóctonos. Gracias a los viajes, en 1946 ideó crear una marca de moda mexicana que recuperara los aspectos destacables del arte textil.

Fue en una presentación de su colección de moda en el hotel Waldorf-Astoria en 1949 que Valdiosera respondió el cuestionamiento del interrogador sobre el uso del color bugambilia como eje cromático en su pasarela. El diseñador respondió que su decisión a utilizar este tono de rosa se debía a su extenso uso en la cultura, la tradición textil y los escenarios urbanos mexicanos. Diciendo, asimismo, que el bugambilia está presente en juguetes artesanales, trajes típicos, dulces, decoraciones y viviendas.

Convenientemente, después de la explicación de Valdiosera, el entrevistador exclamó la frase: So it is a Mexican Pink.

Han transcurrido más de 70 años desde aquel momento en el que se le nombró rosa mexicano al color. Un color que se ha vuelto un representante en la identidad nacional.